UNA NOCHE INOLVIDABLE

¿Qué va a comer?: hay pooollo, enchilaaadas, ucheeepos, morisqueta, carne asaaada,
Atoliiito, ¡pásele, pásele marchantita!.
¡Pásele güerita! por aca. Hay pooollo, enchilaaadas, ucheeepos, morisqueta, carne asaaada, Atoliiito, ¡pásele!,

¿Dónde comemos?
Donde tú quieras mi amor.
Allá se ven ricas las enchiladas rojas.

Qué lindo esta Uruapan. Me encantó el Parque Nacional y las artesanías.
Es un viaje que nunca voy a olvidar
Ni yo mi vida. Todo Michoacán es hermoso; la Zararácua, Pátzcuaro, Janitzio, Tzintzuntzan, Cuitzeo, y
Morelia Mm... nuestra primera noche.
Jajaja si jajaja.

Yo no tuve la culpa
¡Pues Yo menos!
Es que ya me urgía que estuviéramos solitos.
Si pero ya ves lo que provocan tus urgencias jaja.
Admito que por fuera el hotel se veía hasta elegante, pero cuando tardaron tanto en darnos el cuarto como que me dio mala espina. Aunque quien nos llevó hasta la habitación fue amable, pero ni por equivocación nos ayudó con las maleas que subimos hasta el tercer piso en esa escalera tan empinada. Sólo dijo “regreso en un momento con sus llaves”

El cuarto se veía acogedor pero al encender la luz hizo corto y nos quedamos a obscuras.
No había agua caliente, ni foco había en el baño.
Y al querer sentarte en la silla ¡que se vuelve mecedora!
Nunca nos llevaron las llaves.
Cuando dijimos bueno no importa, al cerrar la llave de la ducha se barrió y nuestra música fue una gota continua clac, clac, clac…
Y cuando pensamos que ya no podía pasar nada más se desbarató la cama y ¡fuimos a parar al suelo!

Bajamos furibundos pero ya no había nadie para abrirnos la reja. Como ya era de madrugada y todo estaba desierto decidimos esperar que amaneciera con las maletas hechas que nos sirvieron de almohadas, sin más luz que la que se veía por el ojo de la cerradura.
No te puedes quejar, Yo siempre cumplo lo que prometo, tuvimos ¡una noche inolvidable! jaja